Miami: El código postal más caro y selecto de EEUU ya no está en Silicon Valley ni en los Hamptons

Un nuevo estudio mostró que, aunque siete de los diez códigos postales más costosos siguen ubicados en California, el número uno ahora pertenece a una isla exclusiva frente a Miami Beach.

Por primera vez, el código postal más caro del país no está en California ni en Nueva York. Fisher Island, el lujoso islote frente a Miami Beach, encabeza la lista elaborada por PropertyShark con los 100 códigos postales de mayor precio de venta de viviendas entre enero y septiembre de 2025. El 33109 alcanzó un precio mediano de 9,5 millones de dólares, situándose en la cima del ranking nacional.
Según datos citados por USA Today, en Fisher Island “la vivienda más económica se vendió por 1,4 millones de dólares y la más cara llegó a 23,7 millones”. Este enclave privado, al que no se puede acceder por carretera, se reafirma como símbolo de lujo extremo y alto poder adquisitivo. Su aparición en el primer lugar rompe con la hegemonía histórica de zonas californianas como Atherton o de regiones exclusivas de Nueva York, en especial los Hamptons.

El segundo puesto lo ocupa el código 94027 de Atherton, en California, una comunidad residencial en el corazón de Silicon Valley. Allí el precio mediano alcanzó los 8,3 millones de dólares. Considerado un “refugio de multimillonarios” por PropertyShark, y hogar de destacadas figuras del sector tecnológico, Atherton mantuvo el liderazgo durante ocho años seguidos hasta ser desplazado en 2025. En esta área, los valores de venta oscilaron entre 3,2 millones y 51,5 millones de dólares por vivienda.
La ubicación sigue siendo un factor decisivo en la valoración de los inmuebles. Doug Ressler, gerente de inteligencia de negocios en Yardi Matrix, señaló a USA Today que “la lista no depende únicamente de la cercanía al agua, aunque muchos de los códigos más caros están en zonas costeras o islas”.

Un ejemplo es el tercer lugar del ranking: el 11962 de Sagaponack, Nueva York, en Southampton, donde el precio mediano asciende a 5,9 millones de dólares. PropertyShark lo describe como parte del “corredor costero más costoso del estado”.

California domina ampliamente la clasificación, con siete de los diez códigos postales más exclusivos distribuidos entre Newport Beach, Santa Barbara, Los Altos y el condado de Marin, todas áreas próximas al Pacífico y asociadas a viviendas de lujo. Newport Beach destaca especialmente: tres de sus códigos aparecen en el top 10, entre ellos el 92661 (Balboa Peninsula), que registró un aumento anual del 20% en el precio mediano hasta los 5,7 millones.

El patrón también se repite en los mercados de California, Nueva York y Florida, que concentran la mayoría de las ubicaciones de mayor valor. Aun así, el informe de PropertyShark aclara que solo 15 estados lograron incluir algún código en el top 100. La publicación enfatiza que los mercados residenciales más caros son “abrumadoramente costeros”.

Entre los códigos con precios destacados aparece el de Aspen, Colorado (81611), con un valor mediano de 2,8 millones de dólares.
Otro factor importante es el impacto del cambio climático en las valoraciones. Ressler advirtió a USA Today que, aunque los riesgos climáticos se reconocen cada vez más, estos aún no se reflejan plenamente en los precios. A pesar del aumento del nivel del mar, las propiedades costeras siguen manteniendo —e incluso elevando— sus precios.

Otras zonas relevantes fuera del eje California–Nueva York–Florida también fueron mencionadas. En Nueva Jersey, el código más caro es el 07620 de Alpine, con una mediana de 4,4 millones de dólares. Sea Island, en Georgia (31561), y Medina, en Washington (98039), alcanzan los 4,2 millones y se sitúan entre los primeros 20 puestos.

También aparecieron en la lista Boston, Massachusetts (02199), con un precio mediano de 2,6 millones, así como comunidades de lujo e islas residenciales: Sullivans Island en Carolina del Sur, Paradise Valley en Arizona y Gibson Island en Maryland, todas superando los 3 millones de dólares como valor mediano de sus viviendas.