Un proyecto de $500 millones impulsa la transformación del centro de Fort Lauderdale
1 de October de 2025En sus primeros años, FAT Village ocupaba apenas un par de cuadras con antiguas naves industriales, donde se ofrecían clases de arte, cafeterías acogedoras y un paseo artístico mensual en el centro de Fort Lauderdale. Hoy ese espacio se transforma en un gran proyecto en construcción, que los desarrolladores describen como la evolución hacia un distrito artístico más ambicioso y moderno.
La renovación de FAT Village —acrónimo de Flagler, Arte y Tecnología— cuenta con una inversión de 500 millones de dólares y avanza con fuerza en Flagler Village, una de las zonas de mayor crecimiento de la ciudad. El plan contempla un terreno de uso mixto de 5,6 acres, donde ya se levantan tres torres: un edificio de oficinas y dos residenciales, que incluirán espacios para tiendas, restaurantes, arte y vivienda. Para finales de octubre se espera completar la estructura del edificio de oficinas, mientras que las torres de apartamentos alcanzaron ese hito a inicios de año. Se prevé que el conjunto esté terminado el próximo año y que sus viviendas y locales comerciales se estrenen en 2027.
Según Alan Kennedy, director de la firma inmobiliaria Hines, el propósito es crear un espacio integral donde se pueda vivir, trabajar, comprar y socializar, en lugar de un proyecto limitado a un solo uso. FAT Village fue fundado en el 2000 por Doug McCraw y Lutz Hofbauer como una organización artística sin fines de lucro que funcionaba en almacenes junto a las vías del tren. Allí se realizaban exposiciones, talleres y encuentros culturales. Años más tarde, Hines adquirió los terrenos a McCraw, Hofbauer y los empresarios Alan Hooper y Tim Petrillo de Urban Street Development, quienes hoy participan como socios en el proyecto.
Aunque varios negocios históricos de la zona cerraron —como el pub irlandés Maguire’s Hill 16—, los desarrolladores aseguran que ningún residente fue desplazado. El plan incluye además murales y esculturas creados por artistas locales, con el fin de mantener viva la identidad cultural del barrio.
Uno de los aspectos más innovadores es el edificio de oficinas T3, de seis pisos y 180.000 pies cuadrados, construido principalmente con madera proveniente de bosques gestionados. Este material, además de sostenible, permite un diseño con luz natural y una estética que combina lo rústico con lo moderno. El edificio ofrecerá gimnasio, espacio de coworking, guardabicicletas y áreas de reunión, y ya ha despertado el interés de empresas de sectores como tecnología, derecho, salud y marketing.
En cuanto a la vivienda, el complejo ofrecerá unas 600 unidades de alquiler. Habrá un edificio de 24 pisos con 355 apartamentos de lujo y otro de 13 pisos con 246 viviendas más asequibles, diseñadas para trabajadores que no suelen encontrar opciones en Flagler Village. Ambos contarán con amenidades modernas, áreas comunes y proximidad a transporte público como la estación de Brightline.
El proyecto busca integrarse al tejido urbano y convertirse en un motor de vida comunitaria y económica en Fort Lauderdale. Según Kennedy, la idea es que FAT Village sea un lugar abierto, accesible y vibrante. Para Jenni Morejón, presidenta de la Autoridad de Desarrollo del Centro de Fort Lauderdale, esta inversión es una muestra del auge de la zona: “Con FAT Village, Flagler Village se consolida como un punto clave, con residentes y trabajadores que sostendrán el comercio local y aportarán dinamismo al centro”.
